El silencio: clave para el aprendizaje de un idioma
Cuando una persona quiere aprender un idioma, ¿en qué suele pensar? En hablar, en estudiar, en escribir, en leer, pero no suele pensar en estar en silencio.
El silencio, es una herramienta fundamental en cualquier proceso de aprendizaje de una competencia comunicativa como es otro idioma y aprender esta competencia no es otra cosa que el dominio de destrezas comunicativas en diferentes registros relacionados con un idioma concreto.
La repetición, imitación y ensayo, forman parte del proceso del aprendizaje de un idioma y el objetivo primordial es generar una huella en la memoria lo suficientemente profunda como para no volver a olvidar el concepto. Para que eso ocurra, nuestro cerebro necesita alcanzar unos niveles de concentración y atención mínimos, que de no darse, ese aprendizaje no se puede dar.
La práctica del silencio, pero el silencio como herramienta, no identificándolo como “Es que no sé qué decir o no tengo nada que decir”, permite a la persona darle la oportunidad a nuestra mente de parar y aceptar lo que le llega, pudiendo integrarlo.
Dicho con otras palabras, cuando acudimos a una clase de inglés, al finalizar, solemos recoger nuestras cosas y salir pitando al resto de nuestros temas pendientes. Si por ejemplo, en la clase de ese día hemos aprendido cómo decir correctamente la expresión “Tú eres Pedro ¿No?” y pasamos del “You are Pedro ¿no?” al “You are Pedro, aren´t you?” que sería la correcta, una manera genial de aprender este concepto es fijarlo en nuestra memoria, aprovechando un momento de silencio nada más terminar, para identificar una situación vivida por nosotros, en la que podríamos haber usado dicha expresión. Si además, ese recuerdo tiene una carga emocional, ¡mucho mejor!
Ese silencio, permite al cerebro ubicar ese aprendizaje en la “zona” adecuada y además saber dónde lo ha guardado, para que cuando quiera recuperarlo, pueda acceder fácilmente.
Así que ya sabes, usa el silencio, cuando quieras fijar aprendizajes y verás cómo mejoras.